Y hoy igual que siempre,
quizás con unas canas de mas,
vivo alquilando una estación sin tren,
vivo soñando en un cuarto de motel,
vivo al azar como los tragos de un bar,
vivo aprendiendo de los nunca y jamases,
vivo escribiendo una elegía de mujer,
vivo de ti que me acostumbraste a una cicatriz
pero solo vivo no muero por ti.
Y duele verte después de unos meses,
apenas llego a reconocer tu boca, y,
vivo de algo parecido al amor,
vivo con ropa de moda y alma de pobre,
vivo de una esperanza con fecha de vencimiento,
vivo sumando 1+1 y no da 2 sino 4,
vivo comprando pastillas para no soñar,
vivo como mucho un mes atrasado,
vivo de ti que me vendiste un cuento de hadas,
pero solo vivo no muero por ti.
Y cada vez menos nos hacemos daño,
ya no hay inocentes ni mucho menos culpables, y,
vivo de lo poco que queda de un maldito te quiero,
vivo de los consejos que me puede dar un loco,
vivo evitando mujeres con escotes muy cortos,
vivo bastante bien en el bar de la esquina,
vivo de una soledad que me fue prestada,
vivo de ti que me enamoraste a punta de pistola,
pero solo vivo no muero por ti.
Y no quería quererte así de esta forma,
porque de quererte el olvido es la única salida, y,
vivo de preguntas que no tienen respuestas,
vivo del whisky, del rock & roll, del taxi,
vivo en las sombras de un asesino llamado “recuerdo”,
vivo incluso pretendiendo amar de vuelta,
vivo del vicio que es mi poesía,
vivo de ti y por última vez digo,
que solo vivo pero no muero por ti