Pensar que fui la víctima del juego,
Creí todas tus frases, apoyé tu sueño.
Razone cada una de tus disfrazadas lágrimas,
cuyas caían como la crecida de un río enfurecido.
Tus quejas abundantes,
de un amor no correspondido.
Tus cínicas falacias,
de aquel cariño fingido.
Enamorado estabas,
derribado caminabas.
Como un ser sin alma,
en cada suspiro respirabas.
El cielo me transmitió la verdad
El verbo amar se extinguió en tu vida.
la distinguida escasez de tu bondad,
o tantas muestras afectivas cada día.
En el pasado escucho la eclipsada tormenta,
en la clave actualidad destellos del pleno sol,
irradiando alegría como brisas de aire fresco,
al deshacerme de aquel incesante lamento.
Mi estado permanece neutral,
no anhelare tus persistentes mensajes,
ni soñare con aquellos elegantes trajes.
Pero descuida... estarás en mi vida.
Eres la calle de mi olvido.
Tantos recorridos senderos,
quizás deba decirte fatuo,
más nunca atravesáremos.
Leslie Erne, 16 años.