Valeska Araya

El peso de tu ausencia


Nueve años, nueve meses, nueve días;
para mí sólo nueve segundos desde tu ausencia.

Me faltan tus piernas, aquel sillón a rayas;
me faltan las paredes antiguas como venidas de otro siglo,
aquel charlón que abrigaba tus piernas cansadas,
donde apoyaba mi cabeza
cansada de soñar,
cansada de buscar,
cansada de recordar.

Recuerdos que de vez en cuando me refriegan
que tú ya no estas.

Me faltan tus manos que acariciaban mi pelo desordenado
y que tanto te gustaba.
Manos llenas de sabiduría,
manos que calmaban mis frustraciones y
aplaudían mis logros.

Manos que me daban ese amor noble y trasparente,
manos que más que manos fueron pilares
para ser quien soy...

Me faltas en aquellas caminatas viendo el atardecer.
Hoy ya no caminas a mi lado porque te llevo dentro,
quizás más inclinada a mi lado izquierdo,
más escondida como todos mis sentimientos,
más mía como todo lo que pienso,

Hoy, como cada noche, espero verte en mis sueños
para sentirte mía,
para sentirte cerca,
para sentir tu aroma.
Para abrazarte y sentir, por un segundo, que
estás de vuelta.