Existen muchas y distintas riquezas
que al hombre obnubilan,
que le despiertan, una ambición dormida...
Que le provocan una sed de poseer,
creyendo que mientras más cosas adquiera
tendrá un absoluto poder...
Se deja enceguecer por el brillo del oro
y por la plétora, pero tendrá que comprender
que el mayor tesoro,
es el conocimiento...
El cual le dará un pleno entendimiento
de su esencia, entonces podrá valorar
la verdadera riqueza que existe en el universo,
desde la óptica de un maestro...
Adolfo César (NAZARENO)