Oh, mi Cartagena bella, la amurallada,
La de pasos lentos, la de piel labrada,
La de sonrisa larga, la de mar serena,
Cuánto diera porque tu sonrisa siempre fuera
Pero al mirar tus palmeras en las aceras,
Junto a tu pequeña inocencia y lo mejor de tus fuerzas tirados por doquiera,
Me pregunto: ¿qué será de tí sin mí?
¿qué ocurré allí en tus pupilas sangrantes?
¿qué está pasando en tu corazón de fuego?
La fulgurante, espléndida y artesonada
cae piedra sobre piedra, desgarrada
El pináculo de tu hermosura y tu linaje
Está bajo el peso del yerro
Qué será de tí mi Cartagena
bañada en oro, bañada en sangre
¿qué será de tí, sino te cobijas en mi mano?
¿quién se moverá para cubrir tus desnudeces?
¿hay quien se apiade de tí?
¿quién te amará tanto para mostrar por tí misericordias?
Te has caído y levantado en medio siglo
Te han derrotado y saqueado
Tus indias - aborígenes- presas fueron de infortunio
Tu oro quebrado y en el San José llevado a la profundidad ignota
Tus conquistadores lo mismo fueron saqueadores
Con el tiempo, te volviste recia,orgullosa y valiente
Tus Karibes sembraron con su sangre tu carácter
Muchas veces fuiste envuelta entre nubes humeantes y sangrientas
Que te volvió merced de los malignos
Tuviste mala fama de ser negrera y desdeñoza
Pero no fuiste tú, fueron otros, que llenaron tus cisternas con la sal de tus pupilas
fueron otros que llenaron calabozos con los genios y sus mentes
Otros, que asediaron a tu pueblo, pretendiéndolo animales
inquizidores fueron hasta el Cerro
Fueron otros que mercaron con tu amor y tu inocencia
Hoy, veo las huestes de un linaje mezclado con los años
se levanta erguido y victorioso
Pero aun veo tus sendas algo inescrutables,
Las veo distantes, con tropiezos,
Veo a lo largo, tu tenue sonrisa
Ya no tan larga, ya no tan mía
Y yo, aún te sigo llamando mía aunque otros te desprecien
Mi amor está sellado, tan fuerte y doloroso como la misma muerte...
Algún día te miraré despacio
Y no me acordaré más de mi ira, no te afrentaré más,
Cuando reconozcas que eres mía, te volverás a mí y yo me volveré a tí,
Te saciaré de mí y colmaré tus ansiedades,
Te dejarás amar como la mujer de mi juventud
No me acordaré jamás de tus iniquidades
Hermosearé tu rostro, no te reñiré,
Mi dulce Cartagena, la de la piel de arena
La consignada como fiera, que destrozó cadenas
Esa sí eres tú, la valiente y rigurosa
La orgullosa de carácter bravo
La de mis tardes dulces, la de ocasos difundidos
Eres bella, oh mi hermosa
Mi amurallada Cartagena
Bero Luna 10-09-2014