Subí a la colina y la luna sonrió
Que luna tan buena
La que Dios me dio.
Y me escondí en el bosque
Detrás de un arbusto
Y la buena luna me llenó de gusto.
¡Ah! esta luna bella y zalamera
Haciendo siempre juego
Con las innumerables estrellas.
Me fugué travieso
Con la mujer que amo
Y bendijo la luna el acto travieso.
Para mí la luna
No tiene pudor
Y tampoco padece dolor.
Por eso la amo
Luna de mi encanto
Para ella alegre, ahora le canto.
Theo Corona