jarablanca

A EXTREMADURA

En su bella llanura, la dehesa extremeña,

hace crecer la vida como cantos de amores,

y luce en primavera sus más bellos colores,

derrocha galanura que a quererla me enseña.

 

Tiene nombre de dura, dura como una peña,

resiste como nadie los más tristes dolores,

y luego los devuelve como jardín de flores,

su destino es dar vida, y en dar vida se empeña.

 

Por eso en la distancia yo la sigo adorando

y crecen mis raíces en mi tierra querida,

cuando por los caminos por donde voy andando

 

siento que tengo miedo por sentirme perdida.

Me acerco a su recuerdo por la emoción temblando,

y recibo su abrazo, que me llena de vida.