En su bella llanura, la dehesa extremeña,
hace crecer la vida como cantos de amores,
y luce en primavera sus más bellos colores,
derrocha galanura que a quererla me enseña.
Tiene nombre de dura, dura como una peña,
resiste como nadie los más tristes dolores,
y luego los devuelve como jardín de flores,
su destino es dar vida, y en dar vida se empeña.
Por eso en la distancia yo la sigo adorando
y crecen mis raíces en mi tierra querida,
cuando por los caminos por donde voy andando
siento que tengo miedo por sentirme perdida.
Me acerco a su recuerdo por la emoción temblando,
y recibo su abrazo, que me llena de vida.