Antonio Caro

Ilusión

La luna me descubrió tu dulce mirada una  noche que estaba clara, tus ojos negros se grabaron en mis ojos, como brasas  ardientes me llegaron al alma. 

Tu voz sonaba como el agua clara al decir mi nombre con la luna llena, tus manos suaves rozaban mi cara, y al sentir tu roce se me estremecía el alma.

 Tus besos sabían a miel en mi boca, su dulzura llenaban mi corazón, latente de pura energía, mi mente se embriagaba de su fresco dulzor. 

Mi cuerpo se estremecía al sentirte cerca, un escalofrío recorría mi espalda, se enardecía mi cuerpo con el roce de tu piel. 

Me sentía vivo a tú lado no quería dejarte marchar, la luna acuciaba con su brillo al tiempo para que se parara, el insondable seguía  inexorable su curso, 

Tú querías continuar a mí lado. La luna se apagaba y con ella tú vida.