Oscurb

La humanidad

 

Contemple a la gente pasar
vestida de traje, apurada para llegar al trabajo.

Mire detenidamente a la gente pasar
y dígame qué son.

¿Son polvo de estrellas?

¿Son nervios e impulsos que se mueven?

¿Son máquinas de desear?

¿Son almas atrapadas en
camisas y pantalones?

Mire a la gente corriendo,
transpirando e insultando.
Mírelos y diga si no le causan
una especie de tierno sopor.

Dígame si no le causan
como un gélido asombro.

 

Dígame, si sabe,
qué los hace, por qué son,
por qué ellos y no otros.

 

Cuénteme (y sea sincero)
si usted no es acaso como ellos,
si no comparte su naturaleza.

 

Ya sé que no sabe.

 

Yo, debo confesar:
sí soy. Soy eso.
Soy así:
demasiado humano.