Tú que estás ahí
en la penumbra de mi habitación
mirando mi cuerpo desnudo
y ávido de pasión.
Me miras y callas
pero siento tu respiración,
como salta tu pecho
al unísono con mi corazón.
Estamos afiatados,
no es la primera vez que me has mirado,
con ojos saltones, y un libido,
que muestra claro tus intenciones.
El perfume a lujuria
a embargado cada espacio
y es en tu regazo
donde quisieras tenerme sumergida.
Yo que noto tu lascivia
juego a que no te veo,
y con mi piel desnuda al viento
paso a tu lado y jugueteo.
Dime,
¿Cual será el momento exacto,
que te atrevas a tocarme
y me dejes sentir tu tacto?
Yo,
yo te deseo también,
eso no puedo negarlo.
De solo sentir tu olor
y tu lujuria desbordante,
mi cuerpo comienza a arder,
y las llamas amenazan con quemarme.
Tú, que estás ahí
y que no dejas de mirarme,
¿Cuando será el día que por fin,
te atrevas a tocarme?
¿Cuando me harás tu mujer,
y me dejarás sentirte, mi hombre?
Mónica.
Ruth Mónica MUñoz R.
Derechos de autor.