Hace algunas semanas tuve una excelente charla con personas a las que de verdad aprecio - he aquí una de las etiquetas- que quiero compartir con ustedes.
EL AMOR MÁS ALLÁ DE LA ETIQUETAS
A la pregunta de ¿A quién quieres más? se derivaron una serie de reflexiones, más allá de las conclusiones de forma, cantidad, formato y diferencia en los cariños que se discutían al momento, más allá de las empatías o simpatías con las personas -amores en cuestión- que son protagonistas de cada historia personal.
Pues bien, una vez digerido el asunto objeto de la polémica -discusión o intercambio de opinión, decidan ustedes mismos como llamarlo- me llueven las preguntas:
¿Por qué empeñarse en dividir lo indivisible?
Todos exigimos ser amados de tal o cuál manera y fingimos amar de cierta manera -según las exigencias de las otras personas- .
¿No te parece el más rotundo de los engaños a nuestras conciencias?
Exploremos más allá.
El Amor requiere de una serie de condiciones para existir, para germinar, para crecer y florecer, para reproducirse y solo bajo esas circunstancias es capaz de dar frutos.
¿Por qué es tan importante para el hombre -me refiero a la especie y no al género- este tipo de medida?
¿Por qué medir el amor en cantidades?
¿Qué \"cantidad\" es suficiente para cubrir una necesidad estándar?
Si hubiese una respuesta a esta última pregunta, probablemente habría una menor competencia entre nosotros los hombres, pués al ser cuestionados y responder en medida estándar, -quien pregunta obtendría un bienestar estándar supongo o una frustración estándar-.
Pero; desde mi óptica -ya saben ustedes que es muy particular- me pregunto:
¿El Amor, el Tiempo, la Distancia, realmente pueden fraccionarse?
Pienso que no.
Las medidas, son instrumentos creados por el hombre para separar personas, pues enriquecen o empobrecen según la perspectiva.
El Amor, no es una cantidad, no es una etapa, no es un ensueño, no es algo que pueda medirse para alcanzar la plenitud, no puedes andar por la hermosa vida creyendo que al encontrar el Amor -desde tu concepción- serás completamente feliz.
Perdón que te lo diga, pero eso es una utopía, muchos lo hemos hecho sin ningún resultado.
En los interminables ciclos del Amor
-porque el amor es un ciclo, con principios y finales-
es muy fácil engañarse y engañar, pues no es un estado en el cuál al momento de encontrarlo se pueda reposar, el Amor es una semilla y tú debes propiciar las condiciones para su germinación, cultivarlo, cuidarlo, protegerlo. Es un camino, es un viaje, nunca es un puerto, nunca un destino.
El Amor es un día a la vez, y no importa como o cuanto te amen, lo importante es tu propia forma de Amar, sin anticipar el porvenir, gozando momento a momento. El ayer no existe y el futuro es polvo que cambia con la dirección del viento.
¿Porqué las exigencias?
El Amor jamás será poseer a alguien más, llegar a lo más profundo del sentimiento no es nada fácil; comienza con la No posesión, con la No dependencia del Amor, hacerlo en dirección opuesta es reducir las inmensas posibilidades del Amor a una cosa, ser adicto a la propia satisfacción.
El Amor es libertad, no son cadenas ni formas específicas, no es una cantidad ni la calidad de lo que recibimos, no es un estándar y eso es lo que lo hace más bello.
¿Cómo cultivar el Amor?
El Amor es gestar instantes, días, años en alegría y éxtasis, pero el trabajo no está completo, el trabajo real comienza cuando el Amor nace en su forma más pura, primitivo y bárbaro -dirían algunos-.
Es un trabajo de tiempo completo, en que ningún esfuerzo es suficiente, merecedor de cualquier sacrificio que puede y debe hacerse.
Sin olvidar nunca que Sacrificio viene de la palabra Sagrado, y cuando tu esfuerzo por el Amor lo haces con alegría es Dios quien lo bendice.
Los deberes en el Amor no son pruebas, no son difíciles, son Sagrados.
El Amor comienza y termina en ti mismo, nunca en alguien más, es saber estar solo, como única verdad existencial, fuera de toda competencia, porque solo las personas capaces de amarse así mismos, son capaces de brindar amor, solo las personas que aguardan por el lugar que se les será otorgado en las vidas de aquellos con los que se relacionan son capaces y dignos de ser amados.
El Amor es mucho más que una simple aspiración, es un lujo, nunca una necesidad, es compartir alegrías y tristezas.
Amar sin medidas; es saber tocar tu propia melodía con el único instrumento que posees - el amor a ti mismo- ejecutando un hermoso solo y si por causalidad por decisión personal y libre de otros y otras más, que se sumaran con sus propios solos a tu melodía, ser capaces de armonizar las notas para ejecutar la más hermosa de las sinfonías.
Que tengas una hermosa jornada en este maravilloso trabajo de cultivar el Amor, Ama intensamente sin mirar cantidades, Ama porque Amar es el más maravilloso regalo que puedes hacerte a ti mismo y a otros.
Abrazos Amados míos... Sin tiempos ni distancias.
© Tizzia Holwin
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