Sigues un único camino,
te pierdes en la nada,
pero no dejas de sentir
que alguien está contigo.
El camino cada vez
se hace mas corto
pero nunca llegas
a ese final que buscas.
Te pierdes en la oscuridad,
o tal vez a la luz del día,
pero te pierdes, y aún
no terminaste el camino.
Uno mismo se pierde y,
parece no encontrar el sentido,
no nos acordamos como
se empieza de nuevo.
Sigues perdido. El camino
parece alargarse al ritmo
del tiempo, cada segundo
es una vida menos.
Te sientes en medio de
un video juego, un paso
en falso hará que pierdas
tu última vida.
Sin embargo aún perdido
en tí mismo, puedes
encontrarte a ti mismo,
porque el camino solo
parecía haberse terminado,
no terminó.
Sigues recorriendo el mismo
camino, pero no dejas
de estar perdido,
y: ¿El sentido?
Y por fin llegaste
al final de ese camino.
¿Te pareció imposible?
Sin duda alguna, estabas
perdido en ti mismo,
jugando a recuperar
esas vidas que nunca perdiste,
siempre fueron tuyas.
No se si es más díficil
perderse que encontrarse
uno mismo,
pero nunca hay un solo camino.