Te regalo silencio para callar mis suspiros,
para apagar cada grito que retumba en mi pecho.
Te regalo un cariño para ablandar el desprecio
y suavizar tus espinas que lastiman mis sueños.
Te regalo las noches para que escuches plegarias
que entre lunas y estrellas te nombro despacio.
Te regalo una rosa para atarla en tu pelo
y llenar de perfume los bordes de mis miedos.
Olvido al olvido, silencio al silencio,
marchémonos pronto, dejemos todo esto.
Olvido al olvido y se quiebra mi pecho,
no olvido y no puedo, te olvido y muero.
Te regalo mi vida entera
para que la pintes a gusto,
que tus colores son bellos
y grises me encuentro…
Te regalo olvido,
me regalas lo mismo,
nos olvidamos de a poco,
y te sigo escribiendo…
Lemos Maximiliano Daniel.
Todos los derechos reservados