Allá a lo lejos escucho,
de una guitarra su llanto,
llora, por que tiene en el corazón clavado,
cinco espadas sangrando.
Llora triste la guitarra,
y es inútil el callarla.
Llora por un amor lejano,
y que ahora añora su alma.
Y el trovador la acaricia,
para que sus lindos versos cante.
En nostálgica agonía, brotan melodías
de ilusiones y añoranzas.
Su inmenso dolor se siente,
por los rincones de la estancia.
Su cantar triste y quebrado,
lleno de sentimientos,
a un corazón lejano,
veloz se lo lleva el viento.
En una noche callada,
la triste guitarra canta,
y una niña enamorada,
a su amor ella esperaba.