Señor dame una salida,
A esto que va sucediendo,
Pues ya van muriendo,
Los poetas de la lira.
Acaso será que este mundo tan ruidoso
No deja soñar al que sueños tiene,
O es que sólo al papel le viene,
Palabras sin ningún sollozo.
Por qué ya no vive la humanidad,
De sueños e ilusión,
Por qué ahora el corazón,
Sólo piensa en vanidad.
Por qué los amantes frente al río,
Ya no escriben poemas a su amada,
O es que ya no significa nada,
Los versos y el amorío.
Por qué al papel no le llegan ya,
Frases de pena y de perdón,
Por qué aquella desilusión,
La pluma no escribe más.
Por qué aquellos bardos enamorados,
Ya no miran la luna y cantan,
Por qué ahora sólo a escribir mandan,
Cartas sin importancia a los acaudalados.
Al hombre, será acaso,
Que ya la mujer no le interesa,
Será que ya olvido su belleza
Y la ve como su propio ocaso.
Pero si un día dieron un aforismo,
Que mientras exista mujer habrá poesía,
O será que sólo hoy en día,
Si hay dinero hay romanticismo.
Será acaso que ahora el ser,
Ya no llega a enamorarse,
O el corazón ya no sabe en este trance,
Lo que es sufrir, llorar y padecer.
Espero yo estar equivocado,
Y ojalá la lira en vivir insista,
Así como el fénix de la ceniza,
O como un verso, en el corazón enamorado.