Me sentí muchas veces tentado
a escribir bellas poesías[1],
pero preferí servir con el don me dado
a los jóvenes y a los necesitados.
Dicen algunos eruditos
que de la poesía sólo debe desprenderse belleza,
que lo que es útil deja de ser arte,
(que la letra que sirve no es poesía),
yo pregunto: si la dualidad no existe,
¿porqué las estrellas no dan su luz de día?
Quise llenar de luceros mis poemas,
y dedicarle a musas mil doradas rimas,
pero salieron de mi pluma, consejos
para drogadictos y para prostitutas.
Quise emular a antológicos bohemios
y hablar de la angustia existencial,
pero mis ripios chocaron con sus sueños,
y las fantasías de ellos con mi realidad.
Quise volar en ara de sus dioses,
negando la existencia del Supremo,
busqué otras respuestas,
desacatado, rebelde, blasfemo,
hasta que escuché las voces
de los enviados del Amor.
No existe misterio, no existen dudas,
sólo existen el sí y el no;
“To be or not to be”, soy o no soy,
creo o no creo, soy egoísta o doy.
La ambigüedad es la escena
de los intelectuales de hoy,
y la maldad se concatena,
mientras perdemos un tiempo de valor.
Nos ahogamos en un vaso de agua,
que es nuestra pequeñez moral,
pero la verdad es solamente una,
y está en nuestro interior.
Nos pasamos soñando con la luna
y no apreciamos que todos los océanos,
no son ni siquiera una laguna
en el piélago de la inmensidad de Dios.
Si quieres ponle un nombre en tu ignorancia,
yo hablé con ángeles y con demonios,
los vi en la cara y, en mi estupor,
comprendí mi destino;
si ellos disputaban por mí, yo debería de elegir:
ser un poeta (si quiere llámalo profeta) ¡de Dios!
Y esta es la conclusión de la querella:
No me importa como califiques mis poemas,
¡lo importante es que los leas!
[1] Existe una difundida y gran ignorancia al respecto de que cosa es un poema. En el transcurso de la historia de la literatura de la humanidad, se han catalogado así a escritos de una inmensidad y variedad inconmensurable e ignorada por demasiados individuos que, lamentablemente, se autodenominan o se creen “críticos de arte”. Lo que sucede en realidad (aparte de su ignorancia) es que todo escrito que les perturba en sus conciencias les son tan molestosos que pretenden sean quitados de la categoría. Mi poesía es a favor de la vida y la verdad. Soy un poeta de Dios y del pueblo, me tiene sin cuidado si me creen o no, y, aunque ya me he ganado algunos enemigos, seguiré haciendo poesía comprometida con la justicia y en contra de la corrupción del demonio y todos sus seguidores.
Estoy contra el aborto.
Estoy contra la esclavitud.
Estoy contra el Nuevo Orden Mundial.
Estoy a favor de los débiles, sean mujeres, niños o ancianos, de cualquier parte del mundo.
Estoy a favor de la Verdad.
Estoy a favor de la Justicia.
Estoy a favor de la Libertad.
Estoy a favor de la poesía que sirve para algo y no que solamente tenga belleza, aunque la poesía que tenga belleza, también es poesía y también sirve para algo.
Y voy a desenmascarar a todos los hipócritas que más pueda. A los santurrones de doble moral que se la pasan leyendo poemas eróticos porque les gusta, y cuando alguno no les viene bien para su masturbación virtual, lo critican o quieren que se quite. Lamento informarles a éstos que mi poesía, tiene todo lo que puedan buscar quienes estén queriendo leer poesía. No soy un poeta limitado a solamente un tema...
Los abarco a todos.