A las claras del día
Tus pasos y los míos
Parecían surcos de un río
Sobre espigas de rocío
Éramos risas y juego
Tú corrías yo te seguía
Así hasta inocente, detenerte
A descansar la asfixia
Sobre la añeja falda
De un almendro florecído
Parecía nieve la brisa
Juguetonas hadas de rosas alas
Sobre tu mejilla, una detenida
Yo te miraba de una forma distinta
Y una leve duda sobre tu boca
Me invitó a besarte
Yo no quise evitarlo
No quise negarme
Cerrando los ojos
No quise, dejar de besarte.