Tú, tal vez, piensas que no te tengo
en mi corazón y pensamiento,
que no te dibujo
en el cristal de mi espejo.
Que no te respiro
en el aire que retengo.
Piensas que en mi labios
tu nombre está muerto.
No, tu nombre está despierto,
en mis sueños, en mis emociones
en mis latidos, en todo lo que miro,
en lo que palpo y en lo más sublime
de mis amados recuerdos.
A veces, si duele tu ausencia,
aquí te lo confieso,
que cuando me envuelve el silencio,
araño paredes, es cierto,
Que suelto lágrimas a escondidas
cuando me envuelve el desconcierto,
que cada lágrima la convierto en verso
y plasmo un poema abierto.
He urdido mil veces en la soledad
tristezas y descontentos,
cuando nadie me ve…
Lloro abrazada al silencio.
Y cuando me ven, río a carcajadas
y pregono a los cuatro vientos,
que yo siempre te estoy queriendo.
¡Que tú llegarás!… El próximo invierno.
Liel Cor - Chile
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