Yo no tengo necesidad de retener un hombre con brujería
como lo hacen otras personas,
pobres almas perdidas,
pobre hombre infeliz,
hechicera mañosa e inhumana,
pobre bruja condenada a sufrir,
perversa diabla,
se calcinara en las profundidades del infierno,
pero antes llorara acido
Herirá su piel a su paso
tras ver su desgraciada vida
detrás del pesado velo infernal
suspirando amoniaco puro,
condenada a una eternidad
con un hombre que no la amara jamás,
pobre mujer acomplejada
insatisfecha de su vacía vida,
su corazón de acero
impermeable a la bondad,
no sabe conquistar un hombre con sus encantos,
solo recurre a hechizos de amor
para así retener en su poder al hombre de sus sueños,
pobre hombre pagano
y desorientado,
me da pena verlo junto a ella
en su mentira de colores desteñidos,
cada cual instaura sus propias cadenas
asfixiándose lentamente con la realidad