COMO NOVIO DE TODA LA VIDA
IBAMOS ELIGIENDO BALCONES Y JARDINES
DE LAS CASAS QUE HABIA POR LAS CALLES DE MI BARRIO.
POR MOMENTOS
TU MIRADA INDIFERENTE SE PERDIA
Y SOLIAS DARLE DE COMER DE TUS MANOS
A LAS PALOMAS, LAS MIGUITAS DE PAN QUE TE QUEDABAN.
Y ASI ME SENTIA YO,
SIN DECIRTE NADA COMO ESAS AVES DE LA PLAZA
COMIENDO DE TU MANO
LAS MIGAJAS DE AMOR QUE TE QUEDABAN.
EDUARDO AGUIRRE