Te quise más que a nadie en esta vida,
y tú, de mi querer te aprovechaste
para jugar conmigo sin medida,
como un juguete roto me dejaste.
Con las vueltas que suele dar la vida
no sé por qué mi amor, tú no contaste.
Hoy llorando tú pides mi perdón,
pero a mí no me queda corazón.