Ayer vi en tus ojos,
reflejadas las estrellas/
¡Hoy! veo en tus manos,
la luna llena dibujada/
y en el futuro tus labios,
tatuados en mi alma/
con tinta de tus besos,
en el lienzo de mi cuerpo.
Mil auroras en el silencio,
de tu canto en las mañanas/
y en las noches sueños,
cobijados con mi almohada/
y en silencio los suspiros,
te llenan de rosas blancas/
que desencadenan la pasión,
que habita en tu mirada.
Mirada que agita;
del mar, las cristalinas olas/
donde el viento lleva,
tu sombra entre la arena/
y yo buscó en ellas,
las huellas de tus pies descalzos/
que se pierden en azules burbujas de tu cielo.
Veo mecerte,
en los cabellos rubios del sol/
cual hamacas de nubes,
del arcoíris los brazos
que te abraza suave y besa;
el firmamento azucarado/
de tu piel tersa, cálida/ de durazno.
Mientras mariposas rebeldes/
juegan en tu boca,
y el alma traviesa y jocosa/
se vuelve loca,
como colibríes mis manos/
en ti revolotean
y juegan entre tus pestañas de color rosa.
Descubriendo crepúsculos,
encerrados en tu alcoba/
donde desvistes mis plateados luceros,
y embriagas a mis ojos/
con dulces sabores,
que hipnotizan y mueven
-mi mundo a tus alrededores-.