Hueles a café calentito, a pan recién tostado,
a la cama revuelta a vapor en el baño,
Hueles a rezongo, -el papel se ha terminado-
a dentífrico de menta, a murmullo de barrio.
Hueles a etiqueta aunque vayas descalzo,
a primavera fresca, en un pleno verano,
Hueles a la música del mas bello adagio,
a ternura infinita de tu piel por mis manos.
Hueles a comida, con la mesa aguardando,
a risas en las plazas y trinar de los pájaros,
Hueles a la cola en espera del banco,
donde se pasa el tiempo y te estoy extrañando.
Hueles a tristeza si es que el día fue malo,
o al canto de los ángeles apenas vas llegando.
Hueles a caricia del beso apresurado
a madera de cedro, a ternura de abrazos.
Hueles a mi casa, ésta la que habitamos
construyendo un mundo que nos guarde cansados,
Hueles a la vida que vamos caminando,
Hueles al amor, hueles a cotidiano.