El alma dormida entre las caricias y besos
Fue alcanzada por la noche con los faroles encendidos
La brisa llego con su murmullo primaveral
Como caricias alejándose muda y veloz
Quedando a escucha de los latidos de los labios
Como quien aguarda que la brisa
Devolviera los compas de los tonos de la voz
Los ecos del amor son recogidos por el aire
Repitiendo cada beso y caricia que a recorrido la piel
y aun el día no a terminado.
Cuando el amor se transforma
En cristal no para separar al mundo en dos
Sino para que el alma lo empañe con los cuerpos
Entrelazados en un eterno beso.
Es aquí que irrumpes como albufera en mi vida
Sin tener escape, y yo sin desear escapar.
Eres tan seductora como una tormenta
Que entre más violenta más atractiva te encuentro
A la hora que las miradas se encuentran
Y el alma se funde en tu pecho.
Es cuando mi corazón vuela a tu encuentro.
Es la noche se niega a encenderse
Como culparla cunado mi alma
quiere regresar a tu tierno amor
Cuando tus labios tensos
El perfume de tus suspiros hondos
Tocan la sabia, haciendo emerger la pasión
Que se asoma en la esquina de tu boca
Conduciendo a mis dedos por las callejuelas del deseo
Uniendo nuestras esquinas
En aquel bar que se embriaga mi amor
¿Y me preguntas como te Amo?.
Pues te amo uniendo mi piel con tu horizonte
Sintiendo los espacios mudos de tus laderas
Allí donde descansa mis caricias
Donde mis besos estrujan tus montañas
Hasta encender las noches y dejarla muda.
Para luego morir por parte iguales
En el baile de nuestros besos