en la desfachatez absoluta de tus vagos encantos, tirado como un muerto sobre un divan, descansan inertes tus carnes, como un payaso ardiendo en un rojo azafran, se pierden las miradas, que antes nos debian llamar, fastiadados ya de la rutina, arruinamos los mejores momentos que nos quedan, de aquella tarde gris, de aquel dia en la piscina, de aquella vida que debimos vivir juntos, de aquellos besos que debimos pronunciar mas seguido antes de dormir....aquellos besos que debimos darnos....