Fría y lúgubre caricia del viento
que sopla en colisión a los sentidos
en medio de los brillos emitidos
bajo la intensidad del firmamento
inmerso en un profundo sentimiento
de latidos meramente abatidos
a razón del tiempo y sus cometidos
es lo que esta triste noche yo siento
irónico sea que tal penumbra
ante un ímpetu fugaz ya se ha ido
al ver un brillo que mi vista alumbra
pues una lagrima en color olvido
y su distorsión extraña deslumbra
borrando tal sufrimiento vivido.
Juan Amezcua