Ofensivo a la devoción cristiana
Es que trate el gobierno,
Por órdenes precisas de La Habana,
Del fuego del infierno
Sacar al Diablo y en santo convertirlo
Para explotar la fe
Del colectivo humilde y sumergirlo
En instrumento que
Le prodigue sumisa idolatría
A un muerto que en el mundo
Experto fue de toda felonía
Y causó mal profundo.