Entre los mundos de mandarina
y lunas llenas
llantos y gritos de nubes
siempre allí estás,
con esos ojos de cielo
lleno de estrellas
que no se nublan nunca
ni en el final,
ese árbol de mil ramas
sobre mis campos
lanzando sus raíces
viene y se vá
es el día de Venus
ese que espero,
y las flores se ríen
al vernos pasar,
sos la pieza más chica
de mí rompecabezas
la super más difícil
la que no está,
solo te encuentro en esa cajita
de corazones,
a la que solamente vos, me hacés entrar.