Diaz Valero Alejandro José

Administración familiar (Humor)

 

 

Yo tenía una prima

del lado materno

que estaba mas fina

que un caramelo.

               

Siempre la gente solía dudar

de nuestro lazo de familia,

ella era blanca como la cal

y yo más negro que una hornilla.

 

Nadie se explicaba las razones,

ella tan linda y yo tan feo,

lo que pasa es que mi tía tuvo amores

con un flamante europeo.

 

De esos encuentros tan casuales

de pronto a ella le brotó el amor,

y directo desde la zona de penales

le metieron a mi tía ese gol.

 

Retomando el tema de mi historia

a manera de anecdóta comento

que mi prima cuando estaba de novia

yo como “cuñado” exigía mis derechos.

 

Pero en virtud del poco parecido

sobraban las dudas en sus pretendientes,

por eso fui siempre sometido

a interrogatorios muy frecuentes.

 

Esos interrogatorios, hoy les digo,

eran de repuesta fácil naturalmente

y a veces resultaban divertidos

porque mis respuestas eran ocurrentes.

 

¿Tu tía se llama Griselda?

No. Ella se llama Casilda.

¿Y que hace al pasar por la iglesia?

Religiosamente se persigna.

 

Dime el color preferido de sus pantalones

Que siempre usa y que no falla.

Sus colores preferidos negros y marrones

No en pantalones sino en vestidos y faldas.

 

¿Tiene ella algún lunar en la cara

o alguna cicatriz de la viruela?

Tiene dos en el rostro y uno en la nalga

que vienen de la herencia de mi abuela.

 

¿Es la carne su plato preferido?

dime no te quedes callado…

A ella le fascinan los plátanos cocidos

con el hígado encebollado.

 

Le gusta las chinchurrias en brasa,

el arroz con orejas de cochino,

los tallarines con su buena salsa

y las sopas de arvejas y frijolillos.

 

Ahora sí puedo con certeza

decirte con confianza cuñadito.

¿Cuñadito? veme comprando galletas

y una Cocacola de esas de a litro.

 

Me compras papas fritas y guarapo

caramelos, chicles, y maní

si quieres disfrutar de tu noviazgo

y ser con mi prima muy feliz.

 

Compra todo si no quieres que hable

y evita problemas en exceso,

pues mi tía sabrá con lujos de detalles

que tú andas con mi prima entre beso y beso.

 

Muchos me brindaban unos días

pero después salían en carrera

porque yo cada vez más exigía

para mantener mi status de primera.

 

Menos mal que mi prima era bonita

y siempre tenía sus pretendientes

mientras yo de manera exquisita

administraba todo como buen pariente.

 

Lástima que con mis hermanas

no apliqué la misma administración,

ellas no me servían para mi jugada

porqué todas eran más feas que yo.

 

Autor Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela.