La niñez es una fragancia que marchita con el tiempo,
Una fragancia en forma de corazón que deja luz por donde pasa, así sin rumbo dentro otra vez del corazón.
Es una etapa en la cual todos soñamos bienestar más cuando crecemos esa idea se ha de partir y busca otro rumbo con un mismo fin,
Más así pasa por todo el mundo una y otra vez más.
No se cansa de viajar, ya quisiera ser ella para poder alegrar un corazón más,
Pero el corazón que a mi me interesa alegrar ya es tosco y duro y ya no se puede reparar.
Con cosas buenas me gustaría intentar pero me dejo llevar así como todos los demás,
Malditos momentos que cambian la hora de pensar, ¿Por qué no podemos seguir como niños?, así estaría el mundo en paz.
El mundo nos alberga una y otra vez, sin embargo nosotros lo destruimos más y más,
Pobrecillo mundo sufriendo algo que no debería de pasar, pero pasa porque ya no somos como los niños que todo lo quieren mejorar.
Deberíamos tomar ese ejemplo de un dulce caminar, pero no podemos porque satanás nos toma y nos lleva con él al más allá.