carlos zitro

Granitos de Arena

En una playa maravillosa de una isla del Caribe
ví a una joven preciosa sentarse en la arena.
Su téz era blanca, pálida como una nube
Vistiendo un fino bikini negro que estaba pintado a su piel.

 

La jovencita estaba hermosa, con un cuerpo espectácular
LLevaba gafas oscuras que le deban un toque muy especial.
Su pelo largo recogido hacia arriba en forma de un moño
Exaltando sus facciones de modelo. No hay ninguna mujer  igual.

 

El mar era azul como el cielo, la arena blanca como su piel
Arena fina, agua cristalina,  en la orilla una sirena divina
Ella, en forma seductora se acostó a la orilla del mar
cubriendo su sensual cuerpo con arena, como una niña juguetona.

 

De lejos la miré quedãndome
eternamente enamorado.
Tenia yo a Mi Corazón asustado
Pero mi cuerpo estaba excitado
Miraba yo con envidia
A esta blanca arena que
Acariciaba toda su piel
Sin sentir ninguna pena.

 

Ella me miró y enseguida sonrió
Al notar mi precaria situación
Firme pero en tono de broma
me dijo :\"Vete ahora al agua fría
así te bajará la excitación.
Después tú aquí regresa, pues
Quiero que Me des conversación”

 

La obedecí como un perrito a su dueña
El agua fría suavizó mi duro sentimiento.
Del agua salí corriendo y casi
sin aliento a su lado me senté
Admirando su espectacular belleza
Una divina diosa de pies a cabeza..

 

Amigos, a ustedes les confieso
La conversación duró horas
Pero no me pregunten de que hablamos
Yo nada más me concentré en los
Envidiables granitos de arena
Que cubrían a esta divina sirena.

 

Granitos pegados a su seductora piel

Arena que como fichas de mosaico

Se adhieren a una obra maestra

Un Cuerpo monumental edificado

por los dioses,  inmensamente sensual

como ella no hay ninguna igual.