Para Sara
-I-
Amplia ventana de mi aula
en el segundo piso de “Tor Vergata”.
Olores de flores de tilo arriban a mi cuerpo.
Afuera, y abajo, han aparecido las sandalias
y se han ocultado las bufandas.
Hojas adormecidas que denuncian
temperaturas dignas de una fiebre cualquiera.
Las muchachas ofrendan sus mejores virtudes,
para así defenderse del calor estival.
Ya del Invierno solo restan unos lábiles pasos.
Todo anuncia el Verano.
-II-
Hoy amaneció el día como tus ojos.
Hay manos que se buscan
para prestarse una mutua defensa.
Las muchachas ya no ofrecen virtudes,
para así defenderse de la brisa otoñal
ni el olor a tilo inunda los paseos.
Las hojas adormecidas se cayeron,
como antes lo habían hecho
aquellas serojas del Lungotévere.
Reaparecerán mañana las bufandas
y todo será hermoso,
diferente,
pero de la misma manera que ayer.
Luego,
las flores anunciarán el retorno de las mejores virtudes..
Yo
volveré a asomarme
a la amplia ventana de mi aula
en el segundo piso de “Tor Vergata”.
Roma, dos momentos del año 2008.