Buscando letras para viajar mágicamente,
caminando cansada de cruzar bosques sin una carrera,
secándose mi alma, por esta sed tremenda y eterna
necesidad del manantial de Dios en mi ser,
necesidad de su sublime amor en cada minuto de mi vida.
Corriendo del desespero que a veces
me provoca este mundo fantasmal,
ironías gozadas, anhelando luchas para no neutralizar;
aburrida de los minutos que vagan con miles de sinsentidos,
emociones llenas de entropía y desaliento,
pesimismo y desesperanzas que me persiguen
y me obligo a que mis pasos sean mas ligeros
porque no quiero ese adrede y espeluznante atropello.
Me vacío de todo lo que tengo
y busco el gozo que a veces no alcanzo
pero siempre encuentro, aquel amigo
que siempre me deja lleno.
Siento que me asfixio, por eso aun mas veloz yo corro
para alcanzar los tiempo de renacimiento,
y encontrar el punto de final de este otoño;
parece que los minutos son eternos,
pero Dios me dicen que son temporales,
me grita con su silenciosa voz: sigue que aun te queda resistencia,
al final de esta carrera mis brazos encontrarás,
de fuerzas tu cuerpo voy a llenar, y aquel fluido que corre
dentro de ti, serán los ríos de agua viva que aquel día que me escuchaste
yo por siempre te prometí.
¡¡Corre corre más que aquí te espero para abrazarte!!
- escucho una voz de sonido alto pero lejana -
allá en mi conciencia, esa voz que cerca de mi está,
pero que cuando me alienta y siento mas dura mi debilidad
la encuentro tan distante que pareciera que ya no está.
Las melodías de esa filamonica divina,
que quiero cada día amar con todas mis fuerzas.
Esos brazos cálidos que siempre extraño
aun cuando los siento a mi lado,
oh hermoso Rey, divino Padre...
K lindo arte me has dado, que a través de
mis silencios liberados encuentro descanso,
y en tu presencia me siento tan tranquila
como ese ser libre que nunca será hallado.
Señor tu eres mi fortaleza y mi armadura,
oh Jehová, cuantos gritos elevaré
con esos profundos, deleitosos y gozosos te amo.