Perdona, Señor, al pueblo humilde
Que confió en las promesas
De Satanás en Chávez encubierto
Para apartarlo de la gloria
En Ti representada
Y hoy padece hambre,
Persecución y muerte
E ignominiosas colas
Hace cada día
Para comprar un mendrugo de pan
Con la dádiva de las misiones
Creadas por Fidel Castro
Para envilecerlo
Y pauperizarlo.
Perdona, Señor, a los humildes
Que a Satanás Chávez le vendieron el alma
Para no ser incluidos en el apartheid del siglo XXI,
Evitar ser llamados apátridas o escuálidos
Y acceder a los servicios del Estado.
Perdona, Señor, a los agricultores que aupados
Por Satanás Chávez
Se adueñaron de la modesta finca
De Franklin Brito,
La destruyeron
Y ocasionaron su muerte horrible y lenta
Como la que llevó al infierno
Al anticristo Chávez
Y al endemoniado Luis Tazcón.
Perdona, Señor, a quienes
Creyeron las mentiras y engaños
Del Chafarote de Sabaneta,
El tirano que murió de maldad,
Y se adueñaron de las propiedades ajenas,
Excepto las de la familia del sátrapa.