Un viejo se miraba
sus viejas manos ajadas,
sus viejas piernas tocaba
que ya no se movían
en sus zapatos nuevos
que miraban desde el suelo
al viejo que sostenían.
Y le decía el derecho
al izquierdo que tenía
Menos mal que yo tengo
medio viejo en sus pies.
No vaya ser que al revés,
con la diabetes invasora
te den descanso eterno
por ser izquierdo legal
mira que se mira mal
el lado que representas,
como si fuera la mitad
del hombre en su conciencia