Siéntate, escucha a tu corazón, habla con sentido, con mucha pasión, dice lo que siente con gran emoción.
Cuenta que un día pensaste en mí que no era normal, que pena te dí.
No comprendes ¿que podía pasar? Como aquel gen no era normal.
Me trajiste al mundo con mucho amor por eso no entiendes lo que ocurrió, te sientes culpable por crearme así pues la culpa no es tuya, la vida es así, ¡soy feliz! No te voy a culpar, aunque a veces te haga penar.
Esta vida no es justa, no nos trata igual vosotros os sentís normal ¿y nosotros? ¿Por qué nos miran con pena y dolor? ¿No sería más bonito que nos miraran con comprensión y amor?
Pasa la vida alrededor. Todo un mundo un mundo de sufrimiento y dolor, niños que su sufren y mueren sin compasión.
Si no les da pena, ¿Por qué la doy yo?