de tal manera...
amé así yo igual,
con mi alma entera.
Nunca mis labios habían sentido
tanto amor que con los labios tuyos,
mis sueños se agolpaban
estremeciendo lo más profundo de mi ser.
Sentí la fuerza de la lluvia
acariciando mis entrañas,
el agua helada de mis noches
se convirtió en un ardiente placer.
Nunca otras manos acariciaron
mi alma con la suavidad de tus manos,
el amanecer parecía no terminar jamás,
deteníamos el tiempo en nuestros abrazos,
temerosos por soltarnos
y andar otra vez en solitario.
Nunca me amaron así...
la belleza de tus ojos encendía
mi callado corazón,
cómo una canción que escuchaba
sin cesar,haciendo de ella
un constante suspirar.
La luna era nuestra compañera,
nos miraba siempre sonriente,
capaz de jugar con nosotros
en nuestros encuentros de amor.
Cada día necesitaba sentirte a mi lado,
mis dedos te buscaban en los rincones
oscuros de mi alma,porque ahí hallaba
tu luz,iluminando mi triste corazón.
Te amé en el tiempo que no tiene nombre,
te amé en la flor que nos regalaba sombra,
en el río y en el mar,
en la arena y en la cascada
que nos envolvía a los dos.
Hoy te amo amor,
como una necesidad de vida,
como al mismo aire que entra en mí
para que siga viva,
aunque el dolor a veces me ataranta
y quisiera reír y no llorar más.
Nunca me amaron así...
así cómo siento hoy
que no volveré a amar
igual que te amo a tí.
YOLANDA BARRY.