La vida que pase ,los días y noches
que griten los mudos caminen los cojos
que caiga tormenta que sea huracán,
se estrellen las nubes como queriendo gritar,
caminos de espinas que sean los senderos
que llevan a ti.
Distancias de mares sin comienzo ni fin
las olas tan altas azoten la noche,
que salgan sirenas con llanto inclemente
la madre que llora arrope el bebé
el mundo que gire siempre hacia ti.
Que sea día o tal vez la noche
despierta o dormida real o irreal,
la brisa me lleve por parajes secretos,
me arrastre en el fango me esconda en la niebla
me rasgue la piel me azote de frio,
tus ojos en los míos estrellas fugaces
luceros de luz concediendo deseos,
se funda mi piel perdida en la tuya
sin que llegue el final.
Luz M. Castillo (Luna)
Enero 9, del 2010
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