cecily olwood

inesperado

El hombre abandonado y callado

Marchó silencioso a escondidas

Para así no ser visto ni notado,

Por aquellas misteriosas miradas.

 

Ser de negro, solitario y esquivo,

De muchos, desconfiado se aleja

Pero no del recordado fiel amigo

A quien triste comparte su queja.

 

En la tranquila soledad, en un hoyo

Profundo y vacío, el se desplomó

Su gemido escapó y alguien, oyó,

Después una mano fuerte él tomó.

 

 El hombre ya sano, Agradecer quiso

A su amigo y compañero tan querido

Pero por más que lo buscóa él no vio

Sorprendido a su lado vio un desconocido.