El hombre abandonado y callado
Marchó silencioso a escondidas
Para así no ser visto ni notado,
Por aquellas misteriosas miradas.
Ser de negro, solitario y esquivo,
De muchos, desconfiado se aleja
Pero no del recordado fiel amigo
A quien triste comparte su queja.
En la tranquila soledad, en un hoyo
Profundo y vacío, el se desplomó
Su gemido escapó y alguien, oyó,
Después una mano fuerte él tomó.
El hombre ya sano, Agradecer quiso
A su amigo y compañero tan querido
Pero por más que lo buscóa él no vio
Sorprendido a su lado vio un desconocido.