Y sin embargo ya no temeré a los miedos,
porque al final los miedos son mis pasos en ese camino de mundo.
No temeré al observar las breves hojas de otoños, no.
!Oh! dicha que llegas a buena hora, en buen tiempo, si, llegas amándome,
como un amante enloquecido que atraviesa mi todo, para llenarme de él, y viene conmigo,
a un largo viaje de atrevidos deseos (ensoñación, ensoñación)
!Oh, si! Dicha, dicha , aunque muera ahora, dicha, dicha, dicha..