Cegaré tus ojos
coseré tus labios,
congelaré tu mente
oscureceré tu corazón,
te hare mío solamente,
todo lo que intente
separarte de mí,
entre las llamas del seol
arderá eternamente,
noche tras noche
tu amor será solo mío,
y en el umbral de mi mausoleo
poseerás mi cuerpo
y beberás de mis labios
el infierno que a mi te ate
mi amor será tu sepulcro,
cadenas de placeres atándote a mí,
demonios con ojos de fuego
danzando alrededor de nosotros
música réquiem
para los corazones vacios
que intentan amarse
esta noche bajo una lluvia de sangre,
entre gusanos devorando restos
de cadáveres malolientes,
y cuervos sacando sus ojos
dejando solo cuencas vacías,
y la muerte fumando un cigarrillo
recostada sobre mi tumba vacía
con su risa siniestra y su mirada fría.