Marianela se viste de canto
al atardecer desnuda su piel.
Marianela es brocado del alma
es la mies de la eterna vejez.
Si en los zarzales no he de hallar
tu cuerpo, te buscaré en los caminos
mojados ya de tiempo.
Marianela tus hijos se han ido
y te quedas tras mimbres y agujas.
Nos quedamos solos Marianela, solos,
y siento que las flores no son las mismas.
Seguiré amando tus manos de seda
y de ansias abiertas. ¡Marianela, la vieja!