Me lo has dado todo
sin pedir nada a cambio
y sé que me lo seguirás dando
pues no puedes evitarlo.
De cariño me has llenado
y te siento siempre a mi lado,
tus cuidados maternales
nunca me han faltado
incluso en aquellos momentos
en que creía no necesitarlos.
Me has inculcado valores
que son la esencia de mi persona
valores que no me abandonan
pues tú estás ahí para recordármelos.
Mi mejor amiga sin duda
la que me escucha y comprende
en mi vida siempre presente
no quiero que me faltes nunca.
Por eso quiero agradecerte
de esta forma tan simplona
tu cariño y tus desvelos
a esta hija que te adora.
Que me siento afortunada
de tenerte como madre,
como amiga y confidente
llenando mi vida siempre
de momentos inolvidables.
A ese Dios que nos protege
le pido te tenga presente
y no aparte su mirada
de ti, queridísima madre.
Felicidades Maritiña
en tu setenta y un cumpleaños
y miles de gracias darte
por todo lo que me has dado.
(te quiere, tu hija)