Son nobles las miradas que sostienen la vida desde afuera de su estancia, desde afuera de su estado, en su ausencia provocada, por un juego de pensamientos que traducen al español el acento marcado de un accion, en el termino mas dialectico en el que se pueda dibujar una mirada, una sonrisa y el sin fin de gestos tras esa mascara. No me equivoco al saber que bajo ese plastico y esa oscuridad no hay cosas mas grandes que las que ya conoci en el infierno, lugar con que solo sueñan los fanaticos de la oscuridad y los ensimismados en el maligno estar de hacer daño porque su ideologica estancia les fragmenta la muerte en pedazos que transmutan en sonrisas de cinismo el ignorante y etico ramo que reparte las rosas a diestra y siniestra, esperando que la siniestra no te pinche el dedo con la rosa, aunque sino estas prepararada para la espina no volvas a tocarme un rosa, ni mucho menos a presumirla por su tamaño.