A veces,
cuando llovía...
el viento soplaba a través de los árboles,
como si fuera esa parte de mi que ya no existe.
Yo me sentaba en el umbral de un día soleado.
El aire dulce de aquel otoño fresco
me hacía cosquillas en la lengua.
Mi vida podría detenerse en una moneda de diez céntimos
deseando que yo pudiera detener también ese día.
A medida que la brisa soplaba
las hojas susurraban en el viento,
la lluvia caía en la paz de mi nostalgia.
Me pongo de pie y camino bajo la lluvia
la humedad cae lentamente sobre mí.
Siento las gotas frías correr por mi cara,
esta es la imagen que se dibuja dentro de mi cerebro.
Hacía una pausa para escuchar su música.
Oía la ternura de tu voz,
pero cada vez mas lejos.
Renacía mi paz interior,
como en un hermoso sueño
y añoraba volver a nacer
para formar parte de ti.
Solía soñar que me amabas.
solía ver tus ojos azules flotar en mi cama.
solía cantar canciones que ya nadie cantaba.
Te miraba... mas allá de las retinas de tus ojos,
A su azul...... a las frescas fuentes de tu luz.
No lo decías... pero se, qué mirabas de reojo.
Tu corazón mas que un latir, producía canciones al piano.
Odas del tiempo... majestuosas baladas de antaño.
Tanto tiempo pasé sin ti,
Islotes de hielo entre los dos.
Enigmas y encrucijadas.
Miedos y vergüenzas extrañas,
Prejuicios... olvido y desencuentro.
Ocaso, tempestad y también lamento.
Supe entonces que alucinaba,
Instantes mágicos chispeaban fugazmente
Nunca olvidaré cuando alzaste la mirada.
Tanto tiempo pasé sin ti.
Islas y mares, desiertos y playas.
¿Sabes?
Haces que me olvide que tan solo te sueño.
que no es tu sabana la que me cubre
que vivo en la tierra y es veinte de octubre.
Tanto tiempo pasé sin ti.
qué a mis ganas de soñar le van saliendo canas.
Tu recuerdo ahora solo viene de visita.
Tanto tiempo pasé sin ti.
qué quizá sea mejor cambiar de sábanas.