¡Amada, ya me voy de tus amores!
y, llegaré asimétrico en los mitos
nebulosos, plasmado en tus alcores
donde tus besos fueron infinitos.
Sé que me amaste cuando tus dos manos
eran piedad, y tus ojos en vuelos,
aún miraran cual samaritanos,
místicos; endechando al viento duelos.
¿Quién ahonda jarusca en mis entrañas?
¿Quién inverna de lágrimas y llora?
¿Quién se viene difunta y me solaza?
tú que te vas, septena en mis guadañas,
tú, que lloraste lágrimas de aurora,
tú, odalisca de féretro que abraza.
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John Morales Arriola.