De tu respiración he tomado el aliento
Y ese dulce sabor cuando me amas,
Más todo lo que hacemos en la cama,
Toda esa entrega que derriba los cimientos
De mi cordura y me hace quererte con locura.
De tus manos he tomado cuando me tocas
Esa pasión que me hace estremecer,
Deshacerme de placer;
Llenando cada uno de mis sentidos,
Y de tu corazón los latidos
Que arden por tenerme,
Por poseerme,
Por Hacerme sentir.
Cuanto deseo que esos labios,
Que conocen mi cuerpo,
Me alejan de este desierto
Y me llevan al oasis de la pasión,
Donde la razón no tenga cabida,
Donde este idilio que inventamos
Sea la salida para los amantes,
Que se tendrán sin pensar en el mañana.
No quedara una sola sabana
Que no conozca nuestros cuerpos,
Sin que antes estemos muertos de pasión,
Llenos de la ilusión, de que somos uno del otro,
De que el cielo sea solo para nosotros,
Sintiendo que la vida es un único momento.
La gloria he tocado,
Las veces que te he amado
Y las millones de veces que te he soñado,
Llenándote de placer,
Cubriendo todo tú ser,
Haciéndote mi mujer,
Muriendo porque seas mía,
Solo una vez más.
Te amo con desenfreno
Y con la mente en un sueño,
De que otra vida tuviéramos,
Donde mi hermosa hechicera
Deshiciera todo lo que soy,
Conjurara mi corazón
Y la vida en otro sitio le diera
Donde fueras tú solo mi dueña
Y yo solamente tu servidor.