Noche a noche
tras las estrellas coquetas
me concentro en mirarla
con miradas inquietas,
con su boca sin charla
mi corazón se deleita.
Mi reto:
enamorarme otra vez,
porque quiero enamorarme,
enamorarme sin errores,
enamorarme de ella,
sin siquiera tocarla,
sin siquiera conocerla,
enamorarme, como se enamoran:
las estrellas…
¡Yo sé que puedo enamorarme¡
porque ella es muy bella,
porque ahora será mí querer,
porque ahora será la estrella,
en el universo de mi ser.
La he observado tanto
que creo conocerla,
observe sus detalles
en un día de fiesta,
desplegando por las calles
su dulce esencia,
con su fino talle
y bella presencia
¡la he observado tanto!
que creo conocerla.
II
En estos días
he logrado mi objetivo,
he logrado enamorarme
como lo estaba previsto.
No sé su nombre
pero sé que la quiero,
sé que me enamore,
que me enamore en silencio;
sé que me enamore,
sin sentir su aliento,
sin sentir su cielo,
sin sentir sus manos,
al sentir mi infierno.
Ahora sé que es muy fácil
enamorarse sin motivo…
Pero he tenido problemas,
problemas con migo mismo;
me he enamorado tanto,
que ya no duermo,
ya no vivo,
ya no hay nada en lo que pienso,
sino es ella mi motivo.
Ya han pasado
Más de tres noches sin sus ojos;
La recuerdo…
y pido más miradas de los dos;
la extraño…
la extraño como si fueran años de sus ausencia,
siento como que se fuera,
no la siento cerca,
siento que no está,
pero más siento perderla.
III
Se ha ido
ya no está con migo,
ya no la veo por las noches
sólo esta su olvido,
sólo tal vez,
ya no me quiso
o nunca me ha querido.
Pero ella no me fallo,
ella me dijo;;
“te quiero”… callada
Te quiero en silencio…
me lo dijo en la mente
ese fue su pretexto
me lo dijo en silencio
sin una palabra
sin un sólo gesto…
ella me dijo:
“te quiero” por nada…
pero te quiero.
Esta ha sido la historia
de un amor cautivo
pero de un amor perfecto.
Un amor mío.