¿Hacia dónde tus pasos caminante?
Un aprendiz de peregrino sueña
con encontrar a Dios tras la pequeña
montaña que se divisa adelante.
Cuando pasa la cumbre, jadeante,
sin divisar divinidad, se adueña
la duda de su sonrisa risueña,
más no detiene su andar ni un instante.
Te buscaré, mi Dios, por la llanura.
¡Contesta, por piedad, he de encontrarte!
preguntaba al cielo el peregrino.
Y el cielo contestó desde su altura:
\"No busques a tu Dios en otra parte:
al lado de tu sombra hace el Camino\".
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