Los planes enemigos: ¡Cómo braman
sus aguas de maldad y destrucción!
¡Escuchalos señor en rebelión
que en tu contra día y noche traman!
¡Oh! escucha aquellas almas que claman
en medio de dolor y confusión,
para que mires a su condición,
para que atiendas cuando a ti te llaman.
El juicio y la verdad se debilitan,
y el fuego de esperanza ya no arde,
socorrelos Señor te necesitan.
Todos los corazones a ti gritan:
-¡No calles oh Señor ya no te tardes!,
porque ya nuestras fuerzas se marchitan.